La comida conciliadora de Margarita y Josefina

Hugo Paéz

“¿Asunto arreglado?”, le pregunto ayer a Josefina Vázquez Mota en presencia de Margarita Zavala Gómez del Campo en el restaurante The Palm de Polanco.
“Todo muy bien y en armonía”, me contesta la candidata presidencial del PAN.
Es indudable que después de la filtración de una grabación, donde Vázquez Mota culpa de guerra sucia a Genaro García Luna y a Alejandra Sota, era necesaria una segunda operación cicatriz, obligada por el contenido de la escucha telefónica, en la que duda del trabajo del Secretario de Seguridad Pública y de la Vocera de Presidencia.
La esposa del presidente Felipe Calderón exhala tranquilidad y buen humor en el restaurante; se siente conciente de su buena aceptación pública reflejada en las encuestas. El presonaje ideal para enviar el mensaje de reconciliación, con una fotografía de dos mujeres compartiendo mesa y objetivo: mantener la Presidencia de la República en manos del PAN.
La foto de las dos mujeres mas poderosas de Acción Nacional la publicó Impacto en exclusiva ayer a las 4 de la tarde en www.impacto.mx. Minutos antes, Josefina habló de la grabación y aseguró que: “El enemigo no está en casa”. Palabras que suavizan la posición con García Luna y Alejandra Sota.
En la conferencia anterior a la comida, Vázquez Mota culpó al PRI y al territorio de Enrique Peña Nieto de una operación sistemática de espionaje. El propósito evidente es pasar la carga negativa de la guerra sucia a su opositor mas poderoso. En respuesta, Luis Videgaray rechazó cualquier responsabilidad del PRI en los espionajes.
Algunas tesis hablan de que el escándalo beneficiará a la candidata del PAN al aumentar su presencia en los medios de comunicación; las mas alucinadas formulan que la grabación es un montaje del equipo de Josefina con propósitos publicitarios, o como una estrategia para marcar distancia con el gobierno federal. ¡En verdad la imaginación no tiene límites..!
Difícilmente sabremos la identidad de los espías, ni de la persona que distribuyó el ilícito, causal también de delito, como lo demostró el caso de Purificación Carpinteyro y el ex Secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Tellez, donde el ex presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Héctor Osuna, tiene una averiguación previa por distribuir escuchas ilegales.
Pero falta la opinión de Genaro García Luna y Alejandra Sota. En la presunta conversación de Josefina y su experto en redes sociales, Agustín Torres, se habla, un tanto en broma y sarcasmo, de que los dos funcionarios federales graban y distribuyen conversaciones telefónicas, ilegalmente. Dos delitos tipificados.
Seguramente ni el Secretario ni la Vocera demandarán pruebas de los dichos, sin embargo, abría que ver si la demanda que puso Agustín Torres en la PGR, contra quien resulte responsable, no provoca que el ministerio público inicie otra averiguación a partir del contenido, en el que claramente se acusa a García Luna y Sota de espionaje.

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