Mientras el gobierno federal encarece la captura de El Chapo Guzmán Loera, Saltillo, Nuevo Laredo y varias ciudades de Michoacán, vivieron horas de pánico, terror y caos, provocados por el crimen organizado y los estudiantes de la escuela Normal Rural de Tripetío, Michoacán.
Está claro que antes de la elección presidencial, la cooperación entre federación, estados y municipios, será una simulación que permita ver en escena todas las ineficiencias y corruptelas de los estados y municipios gobernados por el PRI, PRD y PAN, en el entendido que el saldo será favorable para Acción Nacional.
No hay exentos de culpas. Mientras los gobernadores puedan mantener una calma chicha en sus entidades, harán todo lo posible por mantener alejadas las manos de la federación, y muy cercano el presupuesto que les permita hacer y deshacer.
La urgencia llega cuando la violencia rebasa sus mecanismos de control y destaca sobre el promedio de los demás, como es el caso de Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Veracruz, y recientemente Jalisco que logró una detención exprés por los narcobloqueos e incendio de automóviles, en la captura del “85” .
La realidad del día a día queda marginada en las conferencias de prensa sobre la persecución de Joaquín Guzmán Loera, que merecen las explicaciones del Secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, del titular de la SIEDO, Cuitlahuac Salínas, del Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y del presidente Felipe Calderón, en menor medida.
Imposible ver a Salinas declarando “Estuvimos a punto de capturarlo (a El Chapo Guzmán) hace tres semanas”, sin formar parte una estrategia de medios de comunicación dirigida desde Los Pinos por Alejandra Sota, con el aval de la procuradora Marisela Morales.
La estrategia para encarecer el nombre del narcotraficante mas buscado en todo el mundo, incrementará el valor del trofeo, por lo tanto, elevará los bonos de Acción Nacional.
La sorpresiva y extraña revelación del titular de la SIEDO, que habla de una “casi captura” en una mansión de Los Cabos, en momentos en que ocurría la cumbre del G20, un día después de la estancia de la Secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton y las reuniones con decenas de cancilleres en la misma ciudad, corre el riesgo de ser interpretada en sentido contrario, tal como lo cabeceó el periódico La Jornada “En Los Cabos, El Chapo se le volvió a escurrir a la PF (Policía Federal)”. Sin embargo, la insistencia del tema en la agenda federal, obligadamente despierta la sospecha de que el capo está localizable, o detenido en algún bunker, en espera del mejor momento político para ser exhibido como “El dulce trofeo de Calderón”, como lo dice el periódico Los Ángeles Times.
Mientras tanto, son impresentables en el ámbito internacional las escenas del México de día a día, donde ayer le tocó a un estadio de Saltillo con espectadores pecho a tierra, estudiantes del Tec de Monterrey varados en sus campus para no ser abatidos, terror en Nuevo Laredo por enfrentamientos que dejaron 15 muertos y miles de michoacanos también varados por un paro de transportistas, hartos de los secuestros de estudiantes normalistas.
hugopaez@prodigy.net.mx / Blog: http://hugorenepaez.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario