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jueves, 13 de octubre de 2011

A que le teme el PRI con Ernesto Cordero..?

Hugo Páez

A pesar de que Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel Miranda le llevan una buena distancia en las encuestas a Ernesto Cordero Arroyo, el PRI ve en el ex Secretario de Hacienda al candidato mas peligroso, con la fuerza del Gobierno Federal y del Presidente de la República.
No preocupa su nivel de competencia sino la forma en que puede construirse a partir de que se aglutine los esfuerzos del partido en el poder y el gobierno federal.
Por eso cada tropiezo de Cordero es satirizado sin piedad, a diferencia de los otros aspirantes que no merecen mayor atención de los ataques de Humberto Moreira.
En una muestra de lo significa Cordero, el líder del PRI trató de borrarlo al poner a Josefina como el enemigo a vencer en el PAN, después de encumbrar a Andrés Manuel López Obrador. Pero todo parece tener origen en la experiencia del priismo con mas de 70 años de presidencialismo en imposición, antes del 2000, por muy bajo que fuera el perfil del candidato, bastaba el deseo del presidente de la república para construirlo y llevarlo a Los Pinos.
Aun cuando Vázquez Mota no es lejana a Felipe Calderón, no representa su alter ego, y ni se diga la lejanía de Santiago Creel Miranda que para su mala fortuna no pudo mantenerse a la cabeza de las encuestas.
Pero hay otro factor importante, a la hora de las decisiones el presidente Calderón difícilmente podría bajar a Josefina de la contienda presidencial para pactar una coalición. No así con Cordero, de aspiraciones recientes y una fidelidad con su jefe a toda prueba.
Las señales son cada vez mas claras, en menos de un mes Marcelo Ebrard y Felipe Calderón se han tomado la foto con una sonrisa en los labios, ayer fue la inauguración de la Plaza Mariana al pie de la Basílica, con la Virgen de Guadalupe, uno de los hombres mas ricos del mundo, Carlos Slim, y el líder religioso mas importante de México, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, como testigos.
Josefina y Santiago han mostrado cierta resistencia a la voluntad de Felipe Calderón, por ejemplo, en el Estado de México no hubo fuerza que convenciera a la primera de abanderar la candidatura o una posible coalición, su alcance era Los Pinos, además de que existía el riesgo de ser sacrificada para debilitar a Enrique Peña Nieto, o en el mejor de los casos quedaría maniatada en una gubernatura, pero en un territorio dominado por el PRI la probabilidad era muy baja.
Josefina se mantuvo inamovible, aguantó presiones de Los Pinos y el partido, la terrible derrota de Luis Felipe Bravo Mena le dio la razón y en el punto donde está, navegando a contra corriente y ascendiendo en las preferencias electorales, por lo tanto nadie podrá ejercer control sobre sus decisiones si gana la contienda interna.
En algún momento habló de querer ser la Hija Obediente, pero en realidad su plan era ganarse toda la confianza del presidente, como Ernesto Cordero, y tal vez termine por demostrar que es la opción ganadora del PAN, sin embargo, la fuerza del PRI con Enrique Peña Nieto puede sobrar para vencer a un candidato solitario de Acción Nacional.
La posibilidad de una coalición solamente tendría lugar con Josefina a la cabeza, esta posición parece congruente con las declaraciones del líder del partido Gustavo Madero “una coalición con el PRD es posible solo encabezada por un o una panista”, pero estos no son momentos de hablar de alianzas entre partidos opuestos como el PAN y el PRD, sin embargo el propio Manlio Fabio Beltrones abrió la posibilidad de un gobierno de coalición, y voluntaria o involuntariamente suavizó lo que llamó en otro tiempo alianzas antinatura, dos ideas que se sobreponen en un umbral que deja espacios para acuerdos plurales.
La oportunidad fue olfateada por Marcelo Ebrard Casaubón, una figura ligada a las alianzas, y de inmediato formuló un enunciado: coalición o regresa el PRI a Los Pinos.
La ecuación en el los partidos de izquierda es muy sencilla y se reduce a dos. Andrés Manuel López Obrador cerró toda posibilidad a una coalición desde la elección en el Estado de México, Marcelo Ebrard la abanderó con fuerza a partir de las campañas en Oaxaca, Guerrero y Sinaloa con resultados satisfactorios, quiso continuarla en tierras mexiquenses pero se topó con un Alejandro Encinas completamente maniatado por López Obrador. Sin embargo en el PAN, tanto Santiago Creel como Ernesto Cordero comulgan con la idea, pero la paradoja es que la candidata puntero, Josefina Vázquez Mota, permanece en silencio ante la posibilidad de que ella pudiera ser a quien le pidan declinar.
Los tiempos distan mucho de apurar una definición en el PAN y el PRD, pero no hay plazo que no se cumpla. Mientras tanto, en el PRI tratan de imaginar el escenario menos favorables para evitarlo, y ese se llama Ernesto Cordero, candidato.

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