Derrota de Obama nos pega en lucha contra el crimen

Hugo Páez

Como en el 2008, las pasadas elecciones en Estados Unidos golpearán, aún mas, la ayuda a México contra el crimen organizado.
No importan las prioridades de Felipe Calderón, ni la guerra sin retorno, o la vital colaboración de los dos países en materia de seguridad y justicia penal, la prioridad de Barak Obama será la recuperación económica como vía para la reelección. Por eso necesita recortar, recortar y recortar, seguramente el Plan Mérida sufrirá otro apretón.
En el último presupuesto de Estados Unidos, la ayuda a países latinoamericanos sufrió una importante desaceleración, a diferencia de Asia que tuvo incrementos del 50% en algunos casos. El primer presidente negro necesita sacar dinero de las piedras, o decirle adiós a la Casa Blanca.
Se repite el dicho: cuando a Estados Unidos le da gripa, a nosotros pulmonía. En este escenario difícilmente prosperará otro intento del gobierno mexicano por que EU prohíba la venta de armas largas y en consecuencia el abastecimiento de carteles mexicanos, aun cuando recientemente Obama reconoció que el motor de los carteles de México es el consumo en su país. Ante el déficit presupuestal ni siquiera las declaraciones del director de Inteligencia de la DEA Anthony Placido alabando la lucha “nunca antes vista en un presidente mexicano” será argumento para el Congreso y la administración federal de EU.
Es momento de asumirnos solos, fuera de la agenda norteamericana que por momentos trastorna la nuestra y al momento de un imponderable nos deja colgados de la brocha. Somos los únicos responsables de enfrentar nuestros problemas e inyectar los recursos necesarios en el combate al crimen organizado.
Las Fuerzas Armadas por ejemplo siguen inmersos en la ceguera nocturna por falta de radares y aeronaves que puedan dar seguimiento a las rutas de los carteles al caer la luz del sol. Es necesario aumentar salarios a la par de las propuestas de reforma de ley que incrementan el castigo a los elementos del ejército, armada, fuerza aérea y policías que realicen labores criminales en servicio o fuera de las instituciones.
No debemos engañarnos, Estados Unidos echará mano de cualquier estrategia para obtener recursos, ya lo vimos al tratar de legalizar totalmente la marihuana en California con el propósito de recaudar impuestos por mil millones de dólares.
La próxima elección presidencial de Estados Unidos prácticamente empatará con la mexicana, desde ahora podemos olvidarnos de una ayuda seria y comprometida; no cuando menos con los costos que ha implicado para México y para el partido del presidente Felipe Calderón.

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