Hugo Páez
· El dilema de Córdova Villalobos: parar campaña o dejar crecer influencia de Juan Manuel Oliva
· Cesar Nava y Max Cortazar salen perdiendo
· Tribunal marca a Felipe Calderón como delincuente electoral
Circula una tesis al interior del PAN: cada día que pasa y Felipe Calderón no define candidato a la presidencia de la república, Josefina Vázquez Mota avanza.
Es una realidad que pone nerviosos a grandes sectores del partido, sobre todo al grupo encabezado por Cesar Nava y Max Cortazar. El lunes Nava dio muestras de entender la señal y en conferencia de prensa se descartó, un día después vino el regaño presidencial al gabinete: si quieren hacer campaña renuncien, en el gobierno federal tienen mucho quehacer.
Parece un golpe de escritorio para poner en orden a los suspirantes, parece un llamado a la quietud, sin embargo esta aparente indefinición es la definición mas clara. Todo apunta al Secretario de Hacienda Ernesto Cordero, pero en realidad el mensaje es: yo pondré candidato cuando quiera.
Felipe Calderón mete mano en el PAN como líder del partido. Con autoridad elimina el derecho a una aspiración legítima. Puede reclamar a su gabinete que hagan bien su trabajo, que atiendan sus pendientes antes de hacer campaña, pero no puede prohibirlo.
Dice que él renunció a tiempo cuando decidió contender por el PAN en el 2006, la realidad habla de presiones de Vicente Fox Quezada que lo renunciaron a la Secretaría de Energía.
Puede ser deseable que los funcionarios federales, y de todos los niveles de gobierno, se abstengan de hacer campaña, pero si el presidente quiere normatizar este comportamiento puede impulsar en su partido reformas estatutarias para que los funcionarios que hagan campaña simulada queden invalidados para competir en alguna elección. Mientras tanto no hay ley que lo impida, entonces, es derecho de los funcionarios en sus días y horas libres hacer campaña.
Pero además Felipe Calderón deja en desventaja a los miembros del gabinete frente a Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel, quienes están fuera del mando presidencial. Seguramente el regaño al gabinete les cambió el futuro inmediato, aún cuando el presidente designe sucesor en mas de un año, como afirmó en las acostumbradas entrevistas a los medios electrónicos, antes de la entrega del Informe de Gobierno.
Las campañas electorales simuladas son el orden del día, a medida que se aproximan las elecciones. Ayer mismo el presidente Calderón recibió un recordatorio del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, falló en su contra por una demanda interpuesta por el PRI por los comicios del 4 de julio. Calderón dio un mensaje a la nación cinco días antes de la elección que el Trife consideró cadena nacional, y a pesar de no existir pena para esa violación a la Constitución, lo declara moralmente como un delincuente electoral.
En realidad Felipe Calderón no está contra los funcionarios que hacen campaña, según el Tribunal Electoral él lo hizo a favor del PAN. Está contra los funcionarios que hacen su propia campaña sin pedirle permiso, sin recibir la bendición como el candidato oficial. Bajo esta perspectiva el Secretario de Salud José Ángel Córdova Villalobos no molestaría el ánimo del presidente, tiene actividades en Guanajuato que cualquiera podría clasificar como campaña electoral, en busca de la gubernatura, sin embargo, en este caso el presidente se encuentra en un dilema: si reconviene a Córdova, le crecen los contras en Guanajuato encabezados por el gobernador Juan Manuel Oliva y el Arzobispo José Guadalupe Martín Rábago, amen de que Vicente Fox Quezada se erigió en uno de los críticos mas fuertes del calderonismo en el PAN.
Indudablemente Córdova Villalobos tiene la fuerza del gobierno federal y el apoyo personal de la primera dama Margarita Zavala. El doctor ganó muy buena exposición de medios en la crisis de la epidemia de la influenza, exposición y posición que algunos otros miembros del gabinete quisieran para sus aspiraciones presidenciales, además de que se ha conservado adentro de los límites de su estado. Desde afuera cualquiera podría considerarlo un buen plan B en la sucesión de Calderón.
El que aconsejó a Calderón para reventar el regaño público no consideró que no puede aplicarlo como tabula rasa. El caso de Córdova es un ejemplo del que Oliva y su grupo de funcionarios guanajuatenses van a estar atentos para echárselo en cara, para pedirle al presidente que lo renuncie por violentar su norma disciplinaria, o de plano el Secretario de Salud bajará la guardia y verá a sus enemigos y los del presidente, crecer.
Bajar a los funcionarios de todos los niveles de gobierno de las campañas es un reclamo ciudadano muy añejo. Los hemos visto tomar posesión de sus cargos y al día siguiente iniciar una nueva campaña. Andrés Manuel López Obrador con sus conferencias mañaneras desde el Gobierno del DF es un claro ejemplo; Fidel Herrera Beltrán en Veracruz nunca dejo de ser candidato; el propio Vicente Fox no se bajó de ese caballo después de tomar protesta ante el Congreso de la Unión en el 2000. Por eso parece extraño el regaño presidencial a su gabinete, que no puede quedar en simulación porque sus opositores del PRI suenan cada día mas fuerte los tambores de guerra, y un tribunal electoral le dijo ayer: violaste la Constitución.
Blog: http://hugorenepaez.blogspot.com/
hugopaez@prodigy.net.mx
http://twitter.com/hugopaez
No hay comentarios:
Publicar un comentario