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miércoles, 12 de mayo de 2010

Calderón como héroe en Washington..?

Hugo Páez

Patricia Espinosa y Arturo Sarukán debes estar trabajando como locos para lograr lo apenas justo para su jefe Felipe Calderón Hinojosa: que lo reciban como héroe el Congreso de Estados Unidos.
No es para menos, la guerra contra el crimen organizado, el narcotráfico en especifico, tiene grandes ventajas para nuestros vecinos. Una: que las batallas no se libren en las calles de su país; dos: que no les ha costado más de mil cien civiles y mil cien policías y soldados asesinados; tres: que la percepción de inseguridad no cancele miles de visitas turísticas y decenas de cruceros en costas; cuatro: que las empresas trasnacionales emigren a otros países más seguros; cinco: que el partido de Barak Obama no cargue con los platos rotos, como el PAN de Calderón. Por citar los puntos mas importantes.
Los beneficios para México hasta ahora son intangibles comparados con los costos. Se perdió en el horizonte la efectividad del método, como dijo ayer Hillary Clinton: no hay formulas efectivas. El debate generado por los desaciertos reafirman a la Secretaria de Estado.
No son solamente ataques de la oposición política contra Felipe Calderón, los yerros los asumió ante los medios de comunicación. Es fácil encontrar fallas en una saga nunca antes emprendida.
En la concepción del presidente que asumió el cargo en el 2006, no había opciones, o enfrentaba al crimen con todo, o trasladaría el problema a próximo sexenio, como se lo trasladaron de seis en seis años, hasta llegar al de él.
Todos estamos de acuerdo en luchar contra el crimen. Es la pregunta fácil que provoca la respuesta obvia, pero los costos los carga el que lo hace a conciencia, aún cuando la mecánica al norte del Río Bravo sea muy diferente que al sur. Muchos no logramos entender porque no fluye la ayuda del Plan Mérida, ni porque es tan pequeña comparada con la de los países asiáticos. Tampoco entendemos la agresión de la ley Arizona, si México está inmerso en una guerra que beneficia enormemente a Estados Unidos.
No lo entendemos, porque vivimos en una tradición monolítica del uso del poder, durante 70 años de priismo, comparado con las autonomías norteamericanas que se entorpecen unas a otras. El mismo Congreso de EU congeló parte de los recursos del Plan Mérida, corresponde a Hillary Clinton destrabar y convencer a los núcleos de poder que el presidente de México está librando una guerra favorable a su país. Nada fácil cuando es obvio que algunos de esos núcleos de poder tienen ligas con el narcotráfico, hablamos del territorio con mayor consumo de drogas del mundo.
Indudablemente la impopular ley Arizona se convirtió en una ventaja para Felipe Calderón. Victimizó a los inmigrantes, mayormente mexicanos, vistió de ingratitud a un país con el que Calderón se juega gran parte de su éxito como gobernante. Aún con la galopante xenofobia oculta de los WASP (Anglosajones Protestantes Blancos), la mayoría de los funcionarios relacionados con la seguridad pública y nacional de EU, como el recién declarante director de inteligencia de la DEA, Anthony Placido, reconocen el esfuerzo de México en la lucha contra el crimen, como nunca antes. Además de la preocupación externada por Placido de que el próximo presidente de México no continúe con el proyecto de seguridad de Calderón.
No fueron gratuitas las declaraciones de Manlio Fabio Beltrones en el sentido de que es necesario apoyar la lucha de Calderón. Es un mensaje para Estados Unidos, es la posición clara que dice: no se preocupen, si yo soy presidente, voy a luchar contra el crimen con todo.
Los indicadores pronostican una victoria del PRI en el 2012, las declaraciones de Placido llevan implícita esa información y la preocupación de que al cambiar de partido en la presidencia de la república, se interrumpa el proyecto de Felipe Calderón. Ya salió un gallo a decir: si soy yo, don´t worrie. El senador Beltrones le ganó a Enrique Peña y Beatriz Paredes ¿o a caso habló por el partido? Por supuesto que no.
Con esta historia bajo el brazo, Calderón entrará al Congreso de Estados Unidos la próxima semana. No encuentro dificultad alguna en el trabajo diplomático para que sea recibido como héroe en Washington. Los estrategas del PAN tendrán una bola fácil de conectar, en la séptima entrada de un juego electoral que termina el 4 de julio.

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