Hugo Páez
Una misteriosa reunión de seis senadores del PAN ocurrió el martes, a la luz de la luna.
Aún estaba fresca la sangre de Germán Martínez Cázares, que llegó desde Los Pinos hasta la sede del Partido Acción Nacional.
La brutal derrota y las medidas necesarias para recomponer lo deshecho por el grupo calderonista fue el tema principal de los conjurados de Santiago Creel Miranda, el ex coordinador del grupo parlamentario que fue cesado en pleno ejercicio de la presidencia de la Comisión Permanente del Congreso.
En esos momentos, la jugada Juan Camilo Mouriño para ubicar a Gustavo Madero como líder parlamentario fue tomada por los legisladores como un agravio al Congreso. Madero, inició con magros resultados el proceso de desarticulación del grupo de Creel para entrar en un periodo electoral en el que se pudieran trabajar sin presiones las candidaturas nominales y plurinominales desde Los Pinos, como la de Fernando Elizondo en Nuevo León y Alejandro Zapata Perogordo en San Luis Potosí, además de los puestos claves en las plurinominales de la Cámara de Diputados.
Contrario a la vocación de Acción Nacional, desde Los Pinos vía CEN del PAN inició un proceso de imposición de candidatos para la cual se simuló una atmósfera artificial, en la que la militancia cedía el derecho de elección democrática a la imposición del gran elector.
Famoso por su capacidad de mimetizarse en diferentes grupos panistas para sobrevivir, Creel hizo mancuerna con Manuel Espino Barrientos en los últimos meses, unidos por el rechazo del oficialismo del partido, denunciado hasta el cansancio por el Presidente de la Organización Demócrata Cristiana.
La reunión nocturna coincide con las salidas paralelas a los medios de Diego Fernández de Cevallos y del propio Espino que esperó inútilmente a ser atendido, semanas atrás en la oficina de Germán Martínez.
El mensaje de fondo del Jefe Diego y de Manuel es el mismo: que Felipe Calderón no se meta en el partido y que no imponga nuevo presidente. Un salmo retador para el grupo calderonista en el PAN que pronostica el regreso de los proscritos, que, como lo dijo Diego “me aleje del gobierno federal para evitar celos”, reafirmando que las dos personalidades, la del presidente Calderón y la de él, son antagónicas, chocan, aún cuando el Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont mantiene una relación muy estrecha, tanto afectiva como profesional, con Fernández de Cevallos. Esa puede ser la explicación del porque el Secretario de Gobernación se mantuvo al margen de la derrota panista, no del proceso electoral como lo marca la corrección política, no, hablo del equipo que en su momento funcionó como tal, en la tragedia de la guardería ABC de Hermosillo Sonora contra el gobernador priista Eduardo Bours Castelo, que a la larga redituaría al PAN la única gubernatura ganada.
Santiago Creel se apoya en las encuestas que lo ubican como el posible candidato del PAN a la presidencia de la república más conocido, por debajo de Enrique Peña del PRI y Marcelo Ebrard del PRD. La presidencia del partido es una posición clave para influir en la elección del próximo candidato presidencial, la apresurada renuncia de Germán Martínez agarró por sorpresa al mismo grupo calderonista y le quitó tiempo para madurar el plan B que imponga a otro titular del partido a modo, esa prisa juega a favor de los opositores agrupados por la oportunidad de reinsertarse en la fuerza de mando del partido, del que fueron excluidos por el grupo compacto de Los Pinos, ese que fue juzgado en la misteriosa reunión de senadores, el martes por la noche.
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